*Las negrillas son para efectos de estudio.*
LOS CENSOS DE AMERICA LATINA: NUEVOS ENFOQUES
Introducción
Los censos de la década del 2000 en América Latina enfrentan varios
desafíos, algunos de ellos nuevos y otros de más larga data. A comienzos de la
década todo parecía apuntar hacia una reactivación económica y, por lo tanto, a
un alivio en las presiones fiscales. Sin embargo, la situación de los últimos
años, por variadas razones, muestra un continente con dificultades económicas
importantes y con una fuerte restricción del gasto fiscal. Ello, obviamente,
repercute sobre los censos que son operaciones de alto costo y requieren de un
financiamiento oportuno para cumplir cada etapa programada y asegurar la
calidad de los resultados.
También existen desafíos en términos del contenido de los censos para
responder a los problemas actualmente vigentes en los países. Cabe aquí
mencionar en primer lugar los problemas sociales, fundamentalmente la pobreza e
inequidades, la situación ambiental, las reformas en los sistemas de salud y
seguridad social, etc.
La sección I de este trabajo se refiere a algunos antecedentes sobre la
tradición censal de la región, luego en la sección II se muestra la inserción
de los censos de población y vivienda como parte del Sistema Estadístico
Nacional. En la sección III se hace referencia a algunos de los aspectos
financieros relativos a los censos y las formas alternativas de costearlos. Las
secciones IV y V tratan de las novedades conceptuales y tecnológicas que en la
región se han discutido o incorporado, para finalmente en la última sección
analizar las formas de evaluación de los resultados.
Las fuentes que nutren la información e ideas aquí expresadas provienen
principalmente del contacto con los países a través de la asesoría técnica, de
los seminarios organizados en los países y en nuestra sede (CEPAL, 1999), así
como de una encuesta sobre la experiencia del último censo realizada en 1998 a
los Institutos y Direcciones de Estadística de la región (Del Popolo, 1999).
I. La tradición censal
Aunque varios países han realizado censos en la primera mitad del siglo y
aún antes, con diversos fines, es en 1950 que comienza en América Latina la
realización sistemática de censos de población y viviendas en la mayoría de los
países de la región. Es a partir de esa década que los países, con mayor y
menor éxito, tratan de seguir las recomendaciones de las Naciones Unidas de
hacerlos cada diez años, en lo posible en los años terminados en dígito 0, y en
forma simultánea en todo el territorio nacional. De los veinte países de la
región, solamente uno no lo hace alrededor de 1950, y quince lo hacen
precisamente en ese año. A partir de allí la tradición continúa, aunque siempre
con excepciones de países que por razones financieras o políticas se saltan una
década o lo hacen en años posteriores al terminado en dígito cero. Por ejemplo,
en la década de 1990 Costa Rica y Cuba no lo han realizado, Honduras lo efectuó
en 1988 (corresponde a la década anterior), y de los veinte países solamente
cuatro lo hicieron en el año 1990. En la presente década está ocurriendo algo
similar, ya que sólo cuatro países efectuaron su censo en el 2000: Brasil,
Costa Rica, México y Panamá. En el 2001 lo planean hacer cinco países y más de
la mitad de éstos prevén hacerlo en los años siguientes.
En cuanto a la cobertura de los mismos, según las evaluaciones hechas por
los organismos nacionales en conjunto con el CELADE, puede decirse que en
general ha sido satisfactoria. Salvo unos pocos casos, el porcentaje de omisión
ha sido inferior al 10 por ciento y un número no despreciable, por debajo del 5
por ciento (cuadro 1). Lo interesante de observar es que a través del tiempo no
se percibe una clara mejora en la cobertura de la población, sino que por el
contrario en algunos casos incluso se observa un deterioro. En ello pueden
incidir varios factores, como por ejemplo la mayor complejidad de situaciones
por el alto crecimiento de la población, sobre todo en las ciudades, la mejora
en las técnicas para evaluar la calidad de la información, la dificultad en
incorporar nuevos conceptos y una tecnología más sofisticada.
Cuadro 1
AMÉRICA LATINA:
PORCENTAJE DE OMISIÓN CENSAL
CENSOS DE LA DÉCADA DE 1950 A 1990
País
|
Censo de la década de:
|
1950
|
1960
|
1970
|
1980
|
1990
|
|
|
|
|
|
|
Argentina
|
1.4
|
3.3
|
2.8
|
1.0
|
0.9
|
Bolivia
|
0.7
|
-
|
5.9
|
-
|
6.7
|
Brasil
|
3.8
|
4.2
|
3.4
|
2.5
|
2.5
|
Colombia
|
12.9
|
8.1
|
19.1
|
12.5
|
11.2
|
Costa Rica
|
6.7
|
2.2
|
-0.4
|
5.4
|
-
|
Cuba
|
5.0
|
-
|
-0.3
|
0.8
|
-
|
Chile
|
6.1
|
4.0
|
6.1
|
1.2
|
1.1
|
Ecuador
|
6.5
|
6.1
|
2.6
|
5.1
|
6.8
|
El Salvador
|
4.7
|
5.1
|
3.8
|
-
|
4.4
|
Guatemala
|
5.5
|
2.8
|
8.7
|
12.8
|
13.8
|
Haití
|
5.2
|
-
|
6.1
|
12.0
|
-
|
Honduras
|
0.7
|
3.2
|
8.3
|
7.2
|
-
|
México
|
6.8
|
5.3
|
3.4
|
0.9
|
1.8
|
Nicaragua
|
6.5
|
9.3
|
13.8
|
-
|
1.0
|
Panamá
|
13.0
|
5.7
|
4.8
|
5.8
|
2.6
|
Paraguay
|
11.4
|
6.6
|
4.6
|
8.4
|
7.1
|
Perú
|
-
|
3.1
|
2.7
|
4.2
|
3.0
|
República Dominicana
|
9.5
|
6.0
|
8.2
|
6.1
|
5.1
|
Uruguay
|
-
|
1.7
|
1.4
|
2.0
|
2.3
|
Venezuela
|
2.8
|
3.1
|
4.5
|
6.9
|
7.8
|
Nota: La
omisión es calculada comparando la población censada con la población estimada
proveniente de las estimaciones y proyecciones de población vigentes en el
CELADE. Actualizado en noviembre del 2000
La primera parte de los cuestionarios incluye la ubicación geográfica de la
vivienda y preguntas relativas a la calidad, la condición de ocupación y los
servicios básicos a la misma. En la mayoría de los casos se distingue dentro de
la vivienda a los hogares como unidad de empadronamiento (cuadro 2), aunque
algunos países llenan solamente un cuestionario por vivienda, identifican los
hogares o familias en su interior. Los hogares se definen como unidades de
consumo en que sus miembros comparten el presupuesto y pueden o no ser
parientes. Como unidad de consumo hay una serie de preguntas que se refieren al
número y destino de los cuartos, las condiciones sanitarias, el equipamiento
(radio, TV, lavadora, teléfono, automóvil, etc.). También suelen incluirse
preguntas sobre el hogar para investigar objetivos específicos, como ser el
idioma hablado (para distinguir las comunidades indígenas), muertes ocurridas
en el hogar (para medir mortalidad adulta), personas que viven en el extranjero
(para medir la emigración internacional) y otras. La calidad de la vivienda, la
disponibilidad de servicios básicos a la misma y el equipamiento del hogar, son
usados frecuentemente para la estratificación social de los hogares mediante el
procedimiento de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI).
Luego que se averigua en el capítulo de hogar a las personas que lo
integran, se incluyen las preguntas a cada una de las personas, previa
identificación del jefe del hogar. Sea cual fuere el formato diseñado para el
cuestionario (planilla con personas por columna, o lo que es más frecuente hoy,
librillo con personas por hoja), habitualmente se ordenan según secciones que
van de lo más general a lo más particular: preguntas a todas las personas
(parentesco con el jefe del hogar, sexo, edad, estado civil, residencia, y en
algunos casos nacionalidad y religión), preguntas sobre características
educativas (a personas de más de 5 años u otra edad aproximada), preguntas
sobre características económicas (a personas de más de 15 años de edad o a
veces de una edad menor), y finalmente preguntas a mujeres de 15 y más años de
edad sobre hijos tenidos y sobrevivientes.
Para decidir qué personas incluir en cada hogar es relevante el criterio
censal utilizado: censo de hecho o facto y censo de derecho o jure. En el
primer caso se anotan a las personas presentes en el hogar la noche anterior al
censo y en el criterio de jure se incorporan a las personas que residen
habitualmente en el hogar, incluyendo a residentes ausentes y excluyendo a los
no residentes presentes. Tradicionalmente era más común el censo de hecho, por
razones prácticas, ya que el concepto es claro y fácil de entender. Sin
embargo, ya en 1990 cerca de la mitad de los países realizaron censos de
derecho (cuadro 2), lo que está ligado a una razón conceptual, pues se supone
que refleja mejor la realidad y permite estudiar más claramente la migración y
la composición familiar. También se han dado argumentos prácticos, en el
sentido que sería más fácil utilizar el criterio de censo de derecho en el caso
de que la operación de terreno tenga una duración de varios días.
Algunos de los países
de población numerosa y gran extensión geográfica han utilizado el muestreo para
la investigación de una serie de temas. Es decir un cuestionario universal
básico con pocas preguntas y un formulario ampliado para una muestra de
hogares. La tecnología del muestreo parece apropiada para cierto tipo de
estudios, considerando la posibilidad de reducir costos y mejorar la calidad de
las respuestas. Sin embargo, esta modalidad no ha tenido mucha aceptación
(cuadro 2), probablemente por dos razones. La primera, y quizás la más
importante, es que las políticas de descentralización a niveles geográficos
desagregados, requieren de información representativa en el ámbito local, lo
que no es posible en la mayoría de los casos lograr a través de muestras. El
censo es prácticamente la única fuente de información para poblaciones poco
numerosas. La segunda razón se refiere que al utilizar muestra se produce
cierta complejidad en el trabajo de terreno y en el procesamiento de la
información, tomando en consideración que se manejan dos cuestionarios, de los
cuales uno solamente es aplicable en ciertos hogares. Además, para la entrega
de resultados deben utilizarse factores de expansión que habitualmente
complican el procesamiento de los datos. Sin embargo, los países de población
más numerosa han incorporado un cuestionario ampliado para una muestra grande,
como son los casos de Brasil y México en el censo levantado en el 2000.
Con el fin de evaluar la cobertura y calidad censal es muy generalizado el
uso de encuestas de post-empadronamiento, a pesar de que hay consenso en que su
realización y análisis enfrenta varios problemas. De todas maneras, como se
menciona en la Sección V, en la mayoría de los casos la evaluación directa es
complementaria del examen minucioso de los datos del censo e información
colateral a través de métodos indirectos.
II. Los censos: un componente
importante del Sistema Estadístico Nacional
La visión moderna del censo de población y viviendas considera a éste como
parte integrante de del Sistema Estadístico Nacional, junto a los registros
administrativos y las encuestas por muestreo continuas y especiales. Además de
brindar la información básica para diagnósticos socio-demográficos y los
insumos para la toma de decisiones, el censo provee los datos de la población
objeto de las políticas y programas sociales. Las cifras de población y
subpoblaciones son la base para el cálculo de tasas de la más diversa índole y
para el calculo de promedios per capita. Es interesante ver que en algunos
países se propone considerar al censo, que es una operación de alto costo, no
como un gasto, sino más bien como inversión básica para mantener actualizado el
Sistema Estadístico.
Por ser una operación masiva y compleja, en los censos se considera un
número restringido de preguntas, siendo en general los cuestionarios simples y
ágiles para que la entrevista no insuma mucho tiempo y los conceptos sean
fáciles de interpretar. Sin embargo, por ser universales, ellos constituyen el
marco ideal para la obtención de muestras que permitan posteriormente realizar
estudios en profundidad de los más diversos temas y para la subpoblación que se
desee identificar. Por ello, en América Latina prácticamente todos los países
cuentan con una encuesta continua de hogares para propósitos múltiples, aunque
no en todos ellos es de carácter nacional. En la actualidad varios países
forman parte de un programa de Mejora de las Encuestas sobre las Condiciones de
Vida (MECOVI) que cuenta con el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) y del Banco Mundial.
En muchos de los países el censo de población es la base utilizada para el
establecimiento de proporcionalidad en la representación parlamentaria y como
instrumento para asignación de recursos centrales a los municipios. Esto último
incluso ha sido motivo de preocupación por algunas oficinas de estadística en el
sentido de posibles intentos de manipular las cifras censales, o de presiones
por influir en las estimaciones y proyecciones de población a efectos de
favorecer cierta área en particular.
Cuadro 2
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS ÚLTIMOS CENSOS
LLEVADO A CABO POR PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
País
|
Fecha último Censo
|
Fecha próximo censo
|
Tipo de
|
Unidad de
|
Uso de
|
Cantidad de Preguntas (d)
|
Encuesta de
|
|
|
|
Mes
|
Año
|
Mes
|
Año
|
Censo
|
Empadronamiento
|
Muestreo
|
Vivienda
|
Hogar
|
Personas
|
Cobertura
|
|
Argentina
|
5
|
1991
|
10
|
2001
|
Hecho
|
Hogar
|
X
|
9
|
7
|
28
|
X
|
|
Bolivia
|
6
|
1992
|
9
|
2001
|
Hecho
|
Hogar
|
|
18
|
|
23
|
X
|
|
Brasil
|
9
|
1991
|
|
|
Derecho
|
Vivienda (c)
|
X
|
27
|
|
61
|
X
|
|
|
|
|
08
|
2000 (a)
|
Derecho
|
Vivienda (c)
|
X
|
23
|
|
67
|
|
|
Chile
|
4
|
1992
|
|
2002
|
Hecho
|
Hogar
|
|
10
|
6
|
19
|
|
|
Colombia
|
10
|
1993
|
|
2002
|
Derecho
|
Hogar
|
|
6
|
7
|
21
|
X
|
|
Costa Rica
|
6
|
1984
|
|
|
Derecho
|
Hogar
|
|
13
|
|
18
|
s/d
|
|
|
|
|
6-7
|
2000 (a)
|
Derecho
|
Hogar
|
|
16
|
|
20
|
X(f)
|
|
Cuba
|
9
|
1981
|
|
2002
|
Derecho
|
Hogar
|
|
14
|
|
19
|
X
|
|
Ecuador
|
11
|
1990
|
11
|
2001
|
Hecho
|
Hogar
|
|
10
|
8
|
23
|
X
|
|
El Salvador
|
9
|
1992
|
|
2003
|
Derecho
|
Vivienda
|
|
21
|
|
28
|
X
|
|
Guatemala
|
4
|
1994
|
|
2004
|
Derecho
|
Hogar
|
|
10
|
12
|
24
|
X
|
|
Haití
|
9
|
1982
|
|
2001
|
Derecho
|
Hogar
|
|
5
|
8
|
27
|
X
|
|
Honduras
|
5
|
1988
|
|
2001
|
Derecho
|
Vivienda
|
|
16
|
|
30
|
X
|
|
México (b)
|
3
|
1990
|
|
|
Derecho
|
Vivienda
|
X
|
18
|
6
|
33
|
|
|
|
|
|
2
|
2000 (a)
|
Derecho
|
Hogar
|
X
|
20
|
12 (e)
|
37
|
|
|
Nicaragua
|
4
|
1995
|
|
2005
|
Derecho
|
Vivienda
|
|
13
|
|
25
|
X
|
|
Panamá
|
5
|
1990
|
|
|
Hecho
|
Vivienda
|
|
13
|
|
25
|
|
|
|
|
|
5
|
2000 (a)
|
Derecho
|
Hogar
|
|
15
|
21
|
27
|
s/d
|
|
Paraguay
|
8
|
1992
|
8
|
2002
|
Hecho
|
Hogar
|
|
12
|
12
|
21
|
X
|
|
Perú
|
7
|
1993
|
|
2002 ó 2003
|
Hecho
|
Hogar
|
|
9
|
5
|
23
|
X
|
|
R. Dominicana
|
9
|
1993
|
11
|
2001
|
Hecho
|
Hogar
|
|
6
|
5
|
23
|
s/d
|
|
Uruguay
|
5
|
1996
|
|
|
Hecho
|
Hogar
|
|
11
|
11
|
31
|
|
|
Venezuela
|
10
|
1990
|
10 ó 11
|
2001
|
Derecho
|
Hogar
|
X
|
23
|
12
|
26
|
X
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Notas: s/d: sin dato. (a) Censos ya
efectuados. (b) En el caso de México, la información se refiere al Conteo de
Población realizado en 1995. En la enumeración la unidad de empadronamiento fue
la vivienda pero conjuntamente se realizó una encuesta por muestreo en la que
se identificaron los hogares. (c) En portugués se utiliza el término
“domicilio” que significa “vivienda”. (d) En el caso de muestreo se refiere al
cuestionario ampliado. (e) incluye un módulo de migración internacional. (f) Se
utilizó la encuesta continua de hogares.
Además de entenderse los censos como la base del Sistema Estadístico
Nacional, también ya existe comprensión acerca de la importancia de coordinar
los censos en el ámbito de las regiones de integración económica. Así los
países del MERCOSUR, más Chile y Bolivia, han sido pioneros en un esfuerzo por
obtener un mínimo de variables comparables, crear una base de datos común e
intercambiar experiencias y apoyo mutuo para sus propios censos. Estos países
han mantenido un proyecto que les ha permitido hacer talleres y grupos de
trabajo para la coordinación censal. Por otra parte, con el propósito de
intercambiar experiencias se han producido reuniones también entre los países
andinos.
Adicionalmente a la provisión del flujo de información para el trabajo del
sector público, el Sistema Nacional de Estadística, debiera considerar los
diferentes tipos de usuarios: universidades, centros de investigación,
organizaciones no gubernamentales y empresa privada. Aunque han habido avances
en la entrega de la información, producida en parte por las facilidades que
brinda la tecnología moderna, aún se observa cierta resistencia, principalmente
en compartir los microdatos.
III.
El
financiamiento: Un tema clave en la etapa de preparación de los censos
Como en otras operaciones masivas que emprende una nación, el costo de todo
este proceso tiene implicaciones financieras importantes. Sin duda que la
elaboración del presupuesto censal, y la consiguiente obtención de los
recursos, constituyen una parte esencial de la etapa preparatoria: sin
financiamiento el censo no se hace y con un financiamiento inadecuado se puede
afectar la calidad y oportunidad de los datos.
Más allá del problema inflacionario y del propio crecimiento demográfico,
los censos hoy cuestan más dinero que en épocas pasadas. Ello no ocurre por un
elemento negativo, sino todo lo contrario en el costo actual tiene gran
incidencia el aumento de demandas por información y sobre todo por la mayor
utilización de información más especializada o más detallada. Por un lado las
políticas de descentralización en la administración del Estado, han producido
una mayor demanda por datos dentro del ámbito regional y local, y por otra
parte hay un mayor interés de investigar con mayor profundidad ciertos aspectos
por parte del sector privado, ya sea de las Organizaciones No Gubernamentales,
Universidades o empresas del sector productivo. Parte de esta mayor demanda esta
asociada al extraordinario avance tecnológico que permite contar hoy con mayor
rapidez con una masa de información que pocas décadas atrás parecía imposible
generar.
Cuánto cuesta un censo? No es una pregunta fácil de responder y menos aún
de hacer comparaciones de un país a otro, ya que existe una gran disparidad de
criterios para establecer los componentes del presupuesto de esta operación.
Por ejemplo, en algunos presupuestos están incluidos los costos directos e
indirectos, en otros no se incluyen los indirectos, en ciertos casos se
contabiliza el tiempo dedicado del personal de planta, en otros no, etc. Aún
así se tiene ciertas referencias que muestran que el costo de un censo es muy
variable de país a país, con presupuestos que van desde aproximadamente un
dólar americano por persona hasta 5 dólares por persona. Quizás el promedio de
la región se sitúa entre dos y tres dólares por persona. Si bien hablamos de
totales para la ronda del 2000 de varios millones de dólares (cercano a los de
10 millones en Paraguay y Bolivia, aproximadamente 100 millones en la
Argentina), en América Latina los censos tienen un costo notablemente menor que
en países desarrollados. Por ejemplo, el censo del 2000 de los Estados Unidos
tuvo un costo mayor a los 20 dólares por persona, superando los 6 mil millones
dólares. Para estimaciones burdas estamos utilizando como promedio una cifra
aproximada de 2 dólares por persona, lo que significa que para América Latina y
el Caribe, con más de 500 millones de habitantes, estamos hablando de una
inversión de aproximadamente 1000 millones de dólares en total.
Considerada como una
actividad correspondiente a un período corto, el costo de un censo puede
parecer muy abultado. Sin embargo, se tendría una visión muy diferente si se
contempla un período de aproximadamente diez años, tomando en cuenta que hasta
el levantamiento del nuevo censo hay una utilización continua de los datos.
Debe contemplarse que esta operación forma parte de un sistema estadístico
nacional, que proporciona el marco contextual y muestral durante diez años,
además de ser la principal fuente universal que permite que dicho sistema
incorpore datos para áreas pequeñas.
Dado que el censo es parte de la programación del desarrollo, que involucra
la participación de diversos sectores, parece razonable que este costo sea
imputable al sistema estadístico que sustenta la toma de decisiones de tales
programas. En este sentido el censo debe considerarse como una parte esencial
de las actividades estadísticas que sirven de insumo a los programas de
desarrollo, y no como una operación puntual que se reduce a un de un par de
años, aunque haya una concentración de los gastos en un período breve.
El alto costo de los
programas censales de la ronda del 2000 se da en el marco de una fuerte
restricción del gasto público nacional, que forma parte de la situación
económica y las políticas de ajuste económico. Ello ha repercutido en que se
hayan visto fuertemente recortados los recursos asignados en el presupuesto de
algunos de los países de la región. Por otra parte, la tendencia general es que
los fondos externos no reembolsables, provenientes de agencias internacionales
o gobiernos de países desarrollados, también han disminuido en comparación con
décadas anteriores. La situación descrita, de escasez de fondos nacionales e
internacionales, ya ha conducido a algunos países a postergar la fecha del
levantamiento censal y, en ciertos casos, está poniendo en serio riesgo la
factibilidad de realizarlos.
Esta preocupación ha
sido ya expresada en los talleres, seminarios y conferencias sobre el tema, en
los que se ha hecho hincapié en la necesidad de buscar nuevas fuentes de
recursos, en recurrir a fuentes no tradicionales. En el ámbito nacional se han
mencionado como alternativas a considerar en mayor profundidad, el comprometer
a otras instituciones del sector público y también al sector privado. Ello es
consecuente con lo que decíamos acerca de la demanda creciente por información,
proveniente de las diferentes instancias nacionales y locales, así como de la
empresa privada, y de los censos como la base del sistema estadístico nacional.
La colaboración no necesariamente se podría expresar en dinero, sino que
podrían establecerse convenios para el apoyo logístico en términos de
asignación de locales, vehículos, personal, etc.
La participación del
sector privado, como lo mencionan Guzmán y Schkolnik (1999), puede darse en
instancias distintas: en la utilización de los resultados, en la ejecución de
ciertas actividades censales, y en el co-financiamiento de algunas etapas del
censo. Existe cierta opinión de que el sector privado se beneficia de la
información sin asumir aunque sea parte del costo de la operación. Si bien
existen en algunos países formas de cobro por la información, es menor la experiencia
de co-financiamiento de parte de las etapas del proceso de recolección de los
datos. En algunos países desarrollados, por ejemplo, se han creado empresas de
servicios que compran los datos de los censos y encuestas y los transforman en
productos con valor agregado. Esta línea de asociación es promisoria, pero sin
duda que tropieza con aspectos legales no despreciables, entre los que está la
confidencialidad de la información.
En el plano
internacional se ha considerado la posibilidad de recurrir a préstamos
bancarios. Esto parece una opción posible, considerando que existe un programa
de apoyo a los países por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y
el Banco Mundial para el Mejoramiento de las Encuestas sobre Condiciones de
Vida (MECOVI). Hay también antecedentes de proyectos, financiados por uno u
otro de estos Bancos, de fortalecimiento estadístico, algunos nacionales y
otros sectoriales. La Reunión de Directores de Estadística, realizada en la
sede de la CEPAL en Santiago de Chile en marzo de 1999, en conocimiento de
exploraciones promisorias realizadas por el CELADE, recogió esta iniciativa y
expresó en su resolución la conveniencia de mantener contactos con el BID para
manifestarle la importancia de abrir una línea de créditos para apoyar la ronda
de censos del año 2000.
El BID acogió
positivamente la idea y ya varios países han realizado gestiones de solicitud
de préstamos. Bolivia, que fue el primer país en solicitarlo, se encuentra ya
con un proyecto en ejecución con el Banco para el censo que se efectuará
durante este año. En general la concreción de esta forma de financiamiento ha
tenido su dificultad mayor en el ámbito de los gobiernos de los países. Los
Directores de Estadística han tenido que hacer un esfuerzo de conscientización
importante para que los niveles de decisión en materia de préstamos
comprendieran la importancia de los censos. No es una tarea fácil, considerando
que aún a través de préstamos el costo del censo constituye igualmente un gasto
fiscal, además del hecho que en ocasiones compite con proyectos de gran
importancia dentro del área social de los países.
Otro tipo de esfuerzo
novedoso, que se ha observado recientemente, es la posibilidad que los países
compartan el costo de cierto instrumento necesario para el censo, o lo
faciliten a otro país interesado. Esto ha sido aplicado por ejemplo en el uso
de lectoras ópticas o scanners, las que pueden ser compartidas por más de un
país. Esta idea tiene además un trasfondo más importante, que es el trabajo de
coordinación censal entre países. Un ejemplo de ello es el ya mencionado
programa de coordinación censal entre los países del MERCOSUR.
Además, una preocupación frecuente es la de establecer una política de
comercialización de la información, que permita la recuperación de costos,
principalmente cuando los datos son requeridos por empresas privadas. En este
sentido se podría tener una diversidad de productos (publicaciones, CDs,
procesos especiales), los cuales dependiendo de los requerimientos y el tipo de
usuario, sería entregado gratuitamente o se aplicarían tarifas diferenciadas.
Probablemente esta fuente de recursos no sea de gran magnitud, se obtendría
posteriormente a la realización del censo, y en muchos casos por disposiciones
internas la recaudación por este concepto va a un fondo central y no
necesariamente a los institutos de estadística.
IV.
Las novedades
conceptuales
La discusión de los contenidos de los censos actuales, no ha estado ajena a
los desafíos que plantea la sociedad de hoy y, como consecuencia, a la demanda
de información que ello implica. Las estrategias de desarrollo vigentes, que
promueven el crecimiento económico con equidad social, están estrechamente
ligadas con las condiciones de vida de la población. Tanto la población vista
como factor del cambio, que requiere niveles crecientes de productividad e
incorporarse al cambio tecnológico, como la población considerada como la
destinataria del progreso económico y social. Ello ha traído nuevas exigencias
por el aumento de la demanda de información, tanto del sector público como del
ámbito privado (ONGs, Universidades, Centros de Investigación, Sector
Productivo). El resultado de ello es el involucramiento en los censos de
algunos temas novedosos relacionados con el entorno ambiental de la vivienda,
el equipamiento del hogar y las condiciones de vida de las personas. Sin
embargo, hay que consignar que estos cambios han sido menores, reflejándose a
veces en unas pocas preguntas adicionales. Hay que recalcar que más que una
modificación profunda en los temas incluidos, hay un aprovechamiento mucho más
intenso de lo que tradicionalmente se investiga en los censos.
Las preguntas sobre la vivienda y el hogar no son sólo vistas como
indicadores de las condiciones de vida del punto de vista económico y de las
formas de estimar déficit de viviendas, sino que también son parte de la
situación ambiental de la población. En general las preguntas tradicionales dan
una visión amplia de las condiciones sanitarias: tenencia de agua potable,
disponibilidad de alcantarillado, número de cuartos para dormir (hacinamiento),
combustible usado para cocinar. Desde la década de los noventa algunos países
han preguntado sobre la forma de eliminación de la basura, y de los cuatro
países de América Latina que han hecho censos, tres la han incluido en el 2000.
En la discusión preparatoria han estado presentes otros aspectos, como por
ejemplo el tipo de pavimentación de las calles, el barrido de las mismas, la
existencia de áreas verdes en las proximidades, pero no se ha concretado en su
incorporación en las boletas de los censos hasta ahora levantados.
Respecto al equipamiento del hogar existe la opinión de que muchos de los
artefactos que se investigaban anteriormente (refrigerador, televisor, etc.)
hoy no permiten hacer una clara diferenciación para una estratificación social.
En este sentido los países incorporan aquellos artefactos que pueden estar
relacionados con una situación de mayor incorporación al desarrollo y al
progreso tecnológico y lo que esto implica. Los dos ítems más comunes que se
están incorporando en los censos, son la disponibilidad de teléfono móvil y de
microcomputadores, y en el caso de estos últimos hay países que planean
investigar el acceso a internet.
En cuanto a nuevas preocupaciones referidas al cuestionario sobre las
personas, se observa cada vez más la incorporación de preguntas referidas a la
cobertura de los sistemas de previsión de salud y seguridad social. Vinculado
con el hecho de que en América Latina se están llevando a cabo reformas que
consideran privatizaciones, estas preguntas responden al interés en conocer la
cobertura de los sistemas públicos y de instituciones privadas de previsión en
salud y de administradoras de fondos de pensiones.
En las preguntas sobre educación, además de las preguntas tradicionales de
analfabetismo, asistencia escolar y el nivel de instrucción o último año
aprobado, en los censos de las últimas décadas se han incorporado otros
aspectos de interés. Por un lado se ha generalizado la investigación de la categoría
de educación preescolar, dada la extensión que está teniendo este tipo de
enseñanza en la mayoría de los países. Por otra parte varios países han
incluido una pregunta acerca del título profesional y de postgrado. También se
debe consignar que algunos países han incorporado la educación profesional o
técnica no formal. Estos últimos aspectos tienen relación para estudios de mano
de obra según calificación de la misma, aunque los resultados obtenidos
pudieran no ser absolutamente confiables.
Las preguntas sobre características económicas de la población son
mayormente muy generales cubriendo tradicionalmente la condición de actividad,
ocupación, categoría de la ocupación y rama de actividad. Un número importante
de países han incorporado las horas trabajadas, y otros el tamaño del
establecimiento, el lugar de trabajo y/o el ingreso familiar. Las definiciones
censales no siempre son coherentes con las que se utilizan en las encuestas
continuas de hogares, pero existe consenso que estas últimas son un mejor
instrumento para profundizar en ciertos aspectos de la actividad económica. En
cuanto a la condición de actividad, las propuestas más novedosas para los
censos, en general apuntan hacia una mejor captación de la población activa,
sobretodo para los que se incorporan en trabajos informales, que afecta
principalmente a la actividad femenina. En la década de 1990, ocho países
incluyeron una pregunta adicional para tratar de captar este aspecto y tres
investigaron en las preguntas al hogar la existencia de industria casera.
Argentina ya en el censo de 1991 presentó las opciones en preguntas separadas,
privilegiando la actividad frente a inactividad (Giusti y Rodriguez Gauna,
1999). Con la misma intención se plantean utilizar en el censo próximo un
diseño de las preguntas que mejore la calidad de las respuestas sobre categoría
de la ocupación. En este sentido, nuevamente la propuesta es realizar en lugar
de una sola pregunta con varias opciones, un despliegue de preguntas simples
para cada dimensión implícita en la definición de categoría de la ocupación.
Los autores citados destacan cinco dimensiones a tomar en cuenta: el tipo de
“riesgo económico”, el “tipo de autoridad” , el “origen de las
rentas”, la “responsabilidad de las cargas fiscales”, y “el tipo de relación con el patrón o
empleador”.
No hay muchas innovaciones en preguntas sobre fecundidad y mortalidad.
Existe una iniciativa de incorporar preguntas en la sección de hogar para
investigar la mortalidad materna. Bolivia, en particular, piensa incorporar
preguntas con esa finalidad.
Otro de los esfuerzos destacables es la búsqueda de las formas más
adecuadas para la investigación del origen étnico de las personas, tema que ya
ha sido incorporado en los censos anteriores. En el último censo realizado, antes
del 2000, trece países intentaron identificar con diferentes criterios a la
población indígena (Peyser y Chackiel, 1999).
La importancia de investigar este tema a través de los censos ha sido
ampliamente reconocida y aceptada, tanto por la universalidad de esta fuente de
datos como por la posibilidad que brinda de relacionar el origen étnico con
otras características de las personas y los hogares. El
interés por el tema es un reflejo del aumento de la demanda de los propios
grupos étnicos o comunidades que la consideran un medio para aumentar su
visibilidad social, obtener mayor reconocimiento y recursos. Además, para
disponer de información para sus propias acciones como grupo y de las
organizaciones gubernamentales o no gubernamentales para la elaboración de
políticas sociales específicas orientadas a mejorar la calidad de vida de las
comunidades.
En las últimas reuniones donde se ha discutido el tema y, en particular, en
el seminario "Todos contamos", organizado por el Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y otras agencias, en Cartagena de
Indias, Colombia, en el año 2000, se ha dado especial atención principalmente a
los siguientes aspectos: a) aplicar metodologías
participativas para la elaboración de las preguntas censales en las que
intervengan las propias comunidades y obtener una definición conceptual
apropiada de la identidad de los grupos étnicos, que sea aplicable tanto a las
poblaciones indígenas como a los grupos de origen africano que tienen gran
importancia en algunos países de la región; b) discutir los aspectos
operacionales de la investigación censal y evaluar la importancia de las
diferentes alternativas existentes (una sola pregunta, una batería de
preguntas, un censo alternativo sobre los grupos étnicos, estudios
cualitativos, etc.); y c) cuantificar la magnitud de los grupos étnicos,
establecer un marco muestral para estudios en profundidad sobre temas
específicos que requieran especial atención, como las condiciones de vida de
las comunidades indígenas y otros grupos étnicos de carácter minoritario.
V.
Innovaciones
tecnológicas y operativas
Sería largo de enumerar y técnicamente sofisticado para el autor, y
probablemente para el lector, la larga lista, generalmente ligados a la
informática, de innovaciones tecnológicas. Por ello, solamente se hará
referencia a algunos de los aspectos más sobresalientes, en las distintas
etapas censales: etapa preparatoria, empadronamiento y etapa post-censal.
En la etapa preparatoria destaca ampliamente la utilización de la cartografía digital para los censos (es
decir mapas almacenados en medios electrónicos), acompañada en algunos casos
por la utilización de imágenes satelitales. Los especialistas afirman que el
cambio fundamental es dejar de trabajar con mapas en papel y comenzar a
trabajarlos en el computador. Algunas de las potencialidades que presenta la
cartografía digital, son: a) la actualización de archivos en forma permanente;
b) la reproducción a cualquier escala de un archivo utilizando el mismo
original; c) la construcción de un Sistema de Información Geográfica vinculando
la cartografía con los registros de la base de datos; y d) la segmentación
asistida por computadora para asignar la carga de trabajo a los censistas (De
Gregorio, 1998). Esta innovación, aplicadas en muchos de los países de la
región, permite además de facilitar el trabajo de empadronamiento, la
posibilidad de difundir los resultados a través de mapas temáticos.
Hasta ahora existía una convicción sobre las ventajas de la capacitación censal a través del método
de cascada, que implicaba las transmisión en cadena del entrenamiento, desde el
nivel más alto hasta los empadronadores. En las discusiones actuales se
considera que el método de cascada no es conveniente, pues la transmisión de
los conceptos en cada etapa puede sufrir distorsiones. En este sentido los
países están diseñando procedimientos que impliquen una transmisión más directa
de los conceptos y formas de llenado de los cuestionarios, apoyados por los
métodos audiovisuales más modernos. También se ha considerado que podría
mejorar la capacitación el usar un menor número de empadronadores, lo que va
ligado a la realización del censo en varios días.
Colombia ya en el censo de 1993 introdujo una forma de capacitación censal
a través del sistema educativo del país (Arenas, 1998), que actualmente en
mayor o menor grado recogen otros países. La capacitación curricular, como se
denomina, consiste en establecer un convenio con el Ministerio de Educación,
por el cual durante el semestre anterior al censo se establece un ramo especial
de algunas horas semanales, para que los alumnos de los últimos años de
secundaria reciban conocimientos de educación estadística y sobre el censo de
población. Esta capacitación comprende actividades que familiaricen al estudiante
con lo que requiere para el trabajo censal. Se contempla que planeen encuestas,
la realicen en el vecindario y luego manejen con soltura y conocimiento el
cuestionario censal. Los profesores del sistema educativo formal son entrenados
para esta labor por capacitadores provenientes en lo posible de la misma
oficina de estadística.
Brasil destaca el sistema
indicadores de la gestión censal para
la recolección de datos como la revelación del censo efectuado en el 2000
(IBGE, 2000). Destacan como la característica más importante la integración, ya
que aproxima a todas las regiones del país, y es posible enfrentar los
problemas y dar solución con rapidez mientras se realiza el trabajo de campo.
Ello fue posible gracias a la disponibilidad de computadores portátiles,
incluyendo los tipo palm,
distribuidos en las zonas censales y la utilización de internet. Los
coordinadores de zona pudieron transmitir oportunamente sobre los problemas de
recolección y los datos cuantitativos de la marcha del trabajo, como ser el
total de domicilios y población por sexo empadronados diariamente. Esta
información era automáticamente criticada, lo que además permitía la
autorización para los pagos a los empadronadores. En censos anteriores los
resultados preliminares demoraban por lo menos tres meses, mientras que de esta
forma estuvieron disponibles automáticamente al terminarse los trabajos. En
síntesis, el sistema permitió tener información de mejor calidad y en tiempo
récord.
En las últimas décadas se habían difundido las lectoras ópticas que
permitían leer marcas y así facilitar el trabajo de ingreso de información en
medios magnéticos a partir de los cuestionarios. Sin embargo, aún existía un
componente manual importante en el trabajo de codificación de las preguntas abiertas
(lugar de nacimiento, ocupación, rama de actividad) (Ellis, 1998). En América
Latina, Uruguay en su censo de 1996 dio el gran paso tecnológico al incorporar
para este trabajo las lectoras de
imágenes (scanners) que pueden interpretar las marcas, así como caracteres
alfanuméricos, permitiendo la comprensión de textos escritos en forma manual.
Esto permitió, además de un ingreso rápido de la información, la posibilidad de
realizar la codificación y críticas automáticas. Esto trajo como consecuencia
un cambio completo en la organización del trabajo de elaboración de los datos,
reduciendo a un mínimo el personal de nivel medio y posibilitó un control de
calidad más acucioso de todos los procesos (Niedworok, 1999). A partir de esta
experiencia, los censos de la década del 2000 de la mayoría de los países están
incorporando esta tecnología. Sin embargo, el uso de los scanners no está libre
de problemas que son necesarios tomar en consideración, entre ellos la
necesidad de papel, diseño e impresión especiales de los cuestionarios y un
cuidado particular de su llenado en terreno.
En la etapa de utilización y difusión de la información es quizás donde hay
mayor diversidad en las posibilidades de usar formas de almacenamiento y de
distribución de la información. Entre ellas se destaca la de creación de bases
de microdatos que permitan la obtención rápida de la información deseada, e
incluso la posibilidad de producir cuadros “on line” a través de intranet o
internet.
El CELADE ha creado uno de los programas de almacenamiento de datos más
utilizados en América Latina y el Caribe con el propósito de una más efectiva
utilización de los datos: el
REDATAM (
Recuperación de
DATos para
Áreas
pequeñas por
Microcomputador)
. En
la actualidad se dispone de la generación número cuatro del programa
(REDATAM+
G4), cuya versión más reciente puede ser usada en español, inglés o portugués,
con Microsoft Windows 95, 98, NT4 ó 2000, en cualquier computador compatible
con IBM. El programa utiliza una base de microdatos comprimidos con los
registros de personas, viviendas, manzanas en ciudades, o cualquier división
administrativa identificada en los censos. En la misma base pueden combinarse
uno o varios censos, encuestas y registros administrativos. Es posible definir,
a partir de una base de datos, cualquier área geográfica de interés o
combinaciones de esas áreas, crear nuevas variables y mostrar rápidamente
tabulados en ventanas gráficas. Los datos de diferentes niveles geográficos
pueden ser combinados jerárquicamente para crear variables agregadas y los
resultados pueden desplegarse en mapas desde REDATAM o transferirse a un
Sistema de Información Geográfica (SIG) (CELADE, 2000a,
www.eclac.cl/celade/redatam/). Esto permite expresar en un mismo mapa datos de
población e información de otro tipo, como por ejemplo centros de salud
disponibles, establecimientos educacionales, etc. para una misma unidad
territorial.
Además, Redatam contiene módulos para generar y administrar las bases de
datos e incluye R+ ZonPlan que crea
indicadores predeterminados. En la actualidad se está creando otro módulo (R+ Xplan) destinado a que el usuario pueda
crear sus propias aplicaciones de indicadores al estilo de Zonplan. Debido a estas experiencias, recientemente se ha suscrito
entre el CELADE y el BID un proyecto destinado a la difusión u utilización de
los censos, a partir de la construcción de este tipo de bases de datos.
VI.
La evaluación
censal
La tarea de evaluación de un censo implica analizar la calidad de los
trabajos en todas las etapas del proceso censal, así como de los resultados
obtenidos. En lo que sigue se hace referencia fundamentalmente a la evaluación
de la cobertura censal. En general se plantean dos procedimientos para evaluar
la cobertura censal: el método directo, basado en la encuesta de
post-empadronamiento, y el método indirecto a partir del ejercicio llamado de
Conciliación Censal.
La encuesta
de post-empadronamiento
Este procedimiento consiste en realizar una encuesta por muestreo que sirva
para evaluar la cobertura censal y en algunos casos también se la utiliza para
verificar alguno de los datos investigados en el censo. Esta encuesta debe
tener las siguientes características:
1.
La encuesta
debe ser levantada pocos días después del censo para evitar los problemas de
movilidad de la población u otros cambios demográficos.
2.
En principio
debe ser conducida por una entidad independiente de la que efectúa el censo y
con personal que no ha trabajado en el empadronamiento censal, lo que está
ligado con la independencia institucional y con el supuesto de independencia
estadística que la metodología requiere.
La metodología de evaluación más aceptada a partir de la encuesta consiste
en hacer un “matching” entre la boleta censal y el cuestionario de la encuesta.
Dado que se supone que la enumeración de una persona en la encuesta es
independiente de lo que pueda suceder en el censo y que ambas fuentes están
sujetas a error, se pueden identificar a aquellas personas que están en ambas
fuentes y las captada por una fuente y no por la otra. Luego, a través de una
fórmula estadística es posible conocer la probabilidad de que no haya sido
captada en ninguna de las fuentes y por lo tanto establecer un total estimado
como correcto (Marks, Seltzer y Krótki, 1974).
Si bien la mayoría de los países efectúan estas operaciones (14 países en
los censos de la década de 1990, cuadro 2), en la encuesta realizada a los
países y en el seminario de 1998, se mencionaron los siguientes problemas que
este procedimiento enfrenta:
1.
Las encuestas
son costosas y distraen la atención de la actividad principal que es el censo
de población.
2.
Para que las
encuestas sean válidas deben ser hechas por una institución diferente de la que
realiza el censo, e incluso en áreas geográficas con cartografía independiente,
lo que generalmente no ocurre.
3.
El momento de
su realización en ocasiones ha sido luego de mucho tiempo con posterioridad al
censo, por lo que la comparabilidad no resulta válida.
4.
En algunos
casos los resultados de estas encuestas son dudosos y no se dispone de la metodología
de cálculo de los porcentajes de omisión y de un informe técnico transparente.
Esto es grave porque produce pérdida de credibilidad en el censo.
5.
Rara vez se
hace una explotación exhaustiva de los resultados, como por ejemplo para
entregar información sobre cobertura a nivel desagregado geográficamente y para
analizar errores de contenido al menos en algunas variables.
La
conciliación censal
El método de “conciliación censal” para determinar la cobertura de los
censos, más que un procedimiento rutinario de tipo estadístico matemático, se
trata de un análisis de la información con criterios demográficos basado en el
conocimiento y la experiencia acumulada sobre los problemas de la información.
El resultado final es una descripción coherente de la dinámica demográfica,
considerada como la más plausible para un período dado que comprende los censos
disponibles. Esta dinámica comprende la estimación de la población por sexo y
edades y de los componentes del crecimiento que explican su evolución (fecundidad,
mortalidad y migración internacional). El resultado de este ejercicio
constituye además la evolución demográfica del período histórico de un país
(por ejemplo, 1950-2000), que sirve de base a la elaboración de las
proyecciones de población por sexo y edades.
El procedimiento se basa en dos ideas centrales:
1. Si los censos fueran recogidos sin errores y se
tuvieran estimaciones correctas de la mortalidad, la fecundidad y las
migraciones internacionales, se podría a partir de la población por sexo y edad
de un censo calcular la correspondiente a otro censo anterior o posterior, la
que sería coincidente con los valores observados. Por ejemplo, la población de
20-24 años de edad del censo de 1990 puede calcularse como la población de
10-14 años del censo de 1980 por la relación de sobrevivencia de ese grupo por
diez años, más migración neta internacional de la cohorte en el período.
2. En la realidad los censos están afectados por
errores de cobertura y de declaración de la edad, de acuerdo a patrones relativamente
conocidos. Por ejemplo, la experiencia en América Latina indica que existe una
importante omisión de población de niños menores de cinco años de edad y de
hombres en edades de trabajar, una exageración en la declaración de la edad en
los ancianos, un rejuvenecimiento de la edad de las mujeres adultas, etc. Ello
conduce a tener mayor confianza en la población censada en ciertos grupos de
edad en cada sexo, y a tener más dudas sobre lo que ocurre con otros grupos.
En el caso de tener disponible tres censos, para el censo de la fecha
del que se desee evaluar, para cada uno de los sexos, se dispondría de seis
estimaciones: las provenientes de cada uno de los censos del mismo sexo y las
provenientes del sexo opuesto. Luego se tendría que seleccionar el valor o
promedio de valores que se considere más razonable.
El procedimiento aquí descrito no tiene como pretensión obtener la verdad
absoluta sobre la dinámica demográfica de un país. El objetivo es lograr las
estimaciones más plausibles con los datos disponibles, asegurando al menos la
existencia de coherencia entre las variables involucradas. Sin duda la
coherencia es una condición necesaria, aunque no suficiente, para obtener las
estimaciones correctas. Quizás la mayor debilidad está en que depende en mucho
del buen juicio del evaluador y en ese sentido tiene una alto grado de
subjetividad. Las dificultades mayores están vinculadas a problemas de falta de
comparabilidad de los censos y sobre todo a que es difícil determinar el saldo
migratorio neto entre censos.
Como conclusión, y dado que la mayoría de los países están efectuando
encuestas de post-empadronamiento, se considera que ambas procedimientos
deberían ser complementarias. Las encuestas formarían parte de la información
disponible para la evaluación, pero sería necesario de todas maneras lograr una
explicación demográfica plausible de los resultados censales.
CONCLUSIONES
Los censos tienen un papel importante en América Latina, pues son la base
del Sistema Estadístico Nacional, y son la fuente principal de información para
suppoblaciones poco numerosas. Si bien los registros administrativos han
mejorado, y habría una base tecnológica para una buena administración de sus
datos, aun distan mucho de los registros de población de los países desarrollados.
Un problema que amenaza a veces la propia sobrevivencia de los censos,
radica en los altos costos involucrados y la escasez de recursos públicos. Para
asegurar su realización y su calidad es necesario recurrir a fuentes
alternativas a las tradicionales. Por ello aquí se aboga por la búsqueda de
darle participación al sector privado por una parte, aprovechar los recursos
internacionales por medio de préstamos, por ejemplo del BID, lo que significa
que el país afronta el costo pero lo amortiza en varios años. Otra alternativa
que se presenta es la de compartir ciertos costos entre dos o más países, por
ejemplo la compra de equipos, realizando una economía de escala.
Los censos de la ronda del 2000 se caracterizan por importantes cambios,
principalmente en los aspectos tecnológicos. Del punto de vista conceptual, se
continúan investigando prácticamente los mismos conceptos que en el pasado,
aunque probablemente se incorporen algunas preguntas relacionadas con las
preocupaciones actuales que afectan a la población. Del punto de vista
tecnológico, en cambio, se pueden mencionar varias novedades que pueden
favorecer la oportunidad y calidad de los datos: la cartografía digital, la
captura de datos a través de scanners y el uso de internet para gestión del censo
en terreno y para la difusión de información censal.
Finalmente, es importante que los censos arrojen resultados de una alta
calidad, evitando el riesgo que significa el obtener resultados con mayor
rapidez, al disponer ahora de herramientas tecnológicas avanzadas. Para evaluar
este aspecto, se sugiere estudiar la cobertura censal tomando en forma
complementaria los procedimientos directo e indirecto. El directo, se obtiene a
partir de la encuesta de post-empadronamiento, y el método indirecto, consiste
en buscar la coherencia de la información involucrada en la dinámica
demográfica del país.
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